El ozono es un gas natural altamente inestable, que consiste en oxígeno trivalente (O3) equipado con un gran poder oxidante. En la naturaleza se formó debido a una descarga eléctrica durante las tormentas eléctricas o por la acción de los rayos ultravioletas del sol
La posibilidad de utilizar ozono para la limpieza y la desinfección de objetos y entornos deriva de su alto poder oxidante. El ozono es de hecho capaz de degradar y eliminar cualquier elemento contaminante o perjudicial, como los virus, ácaros, insectos, esporas, moldes, productos químicos nocivos, e incluso humo y olores, todo de una manera totalmente natural.
Tan pronto como el ozono entra en contacto con una materia orgánica, se desencadena una reacción de oxidación. En esencia, se matan todos los organismos vivos, tales como ácaros, bacterias, virus, mohos y hongos, mientras que las moléculas de olor se oxidan, se transforman en otras moléculas inocuas, eliminando así cualquier tipo de mal olor.
Puesto que el ozono es un gas más pesado que el aire, que puede penetrar en las fibras del tejido (colchones, sofás, sillas, alfombras, alfombras, interiores de automóviles). De esta manera se alcanza y elimina los microorganismos y maloliente también sustancia presente en las más difíciles de alcanzar puntos que son imposibles de desinfectar a fondo con un lavado clásico.
Varios estudios han sugerido que la desinfección y la esterilización por ozono es 2.000 veces más eficaz que cualquier tipo de desinfección tradicional.
El sistema de desinfección del ozono es un método de limpieza muy amable con el medio ambiente, no deja atrás cualquier tipo de compuesto químico, y se ha definido como agente seguro “GRAS” dall’F.D.A, la Food and Drug Administration de los Estados Unidos.
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